¿Cuál es la causa de las fugas de aire?

Cualquier bebé puede presentar una fuga de aire. Las fugas de aire pueden producirse por los siguientes motivos:

• Conexión a un respirador debido a un problema respiratorio. La presión de aire del respirador puede provocar la rotura de los alvéolos.

• Síndrome de aspiración de meconio. Es cuando un bebé inhala un poco de meconio, o sus primeras heces, durante el parto o luego del parto. Produce irritación, daño y expansión excesiva de los pulmones (se llenan demasiado de aire).

• Síndrome de dificultad respiratoria. Es un problema común en los bebés prematuros, ya que los pulmones no han terminado de desarrollarse. Se produce dificultad para respirar.

• Llanto enérgico que produce la rotura de los alvéolos. Al nacer, o poco después del nacimiento, algunos bebés lloran lo suficientemente fuerte como para ocasionar esto.

• Problemas pulmonares que requieren que el bebé haga un mayor esfuerzo para respirar.

• Problemas congénitos, como la falta de desarrollo de los pulmones.

• Causas desconocidas

Tipos principales de fugas de aire

El enfisema pulmonar intersticial (EPI) es cuando se producen roturas diminutas en los alvéolos. Este problema da lugar a una fuga de aire hacia el tejido pulmonar. Esto hace presión sobre los alvéolos circundantes. Un número excesivo de estas pequeñas fugas puede ocasionar problemas más graves, como los siguientes:

• Neumotórax (pulmón colapsado). El aire se queda atrapado entre la pared torácica y el pulmón. Esta acumulación de aire ejerce presión sobre el pulmón, lo que impide que se infle. El bebé tiene dificultades para respirar.

• Neumomediastino. Fuga de aire hacia el pecho, en el espacio comprendido entre los pulmones y alrededor del corazón.

¿Cómo se tratan las fugas de aire?

El tratamiento de su bebé dependerá de la gravedad de la fuga de aire. Si el bebé no presenta problemas respiratorios, es probable que no se requiera ningún tratamiento. Una pequeña fuga de aire puede curarse por sí sola. En los casos más graves, el bebé podría necesitar uno de los siguientes tratamientos:

• Una aguja o catéter (tubo pequeño y flexible) que se coloca en el espacio comprendido entre los pulmones y la pared torácica. Este instrumento se utiliza para extraer el aire. Este proceso ayuda a extraer el aire que se ha fugado, lo que hace que la respiración vuelva a la normalidad. Sin embargo, si se trata de una fuga significativa de aire, es posible que se necesite tratamiento adicional.

• Se coloca un tubo torácico en el espacio comprendido entre los pulmones y la pared torácica. Este tubo se adhiere a un dispositivo de aspiración que extrae el aire atrapado de manera que los pulmones puedan expandirse nuevamente. Este tratamiento permite que se sane la rotura. Pueden pasar varios días hasta que la rotura sane. Durante este tiempo, el tubo torácico permanece en su lugar.

• El bebé puede necesitar ayuda respiratoria (como oxígeno adicional o un ventilador) hasta que cese la fuga de aire.

¿Cuáles son los efectos a largo plazo?

En la mayoría de los casos, una vez que se trata la fuga de aire, no se presentan problemas permanentes. Si es necesario utilizar un tubo torácico, es posible que se observen complicaciones poco comunes tales como sangrado interno o punción del pulmón. Algunos bebés que presentan fugas de aire pueden llegar a tener problemas respiratorios a largo plazo. El proveedor de atención médica puede darle información adicional acerca de su bebé.