Después de la cirugía a corazón abierto: en el hospital
La duración de su estadía en el hospital después de una cirugía a corazón abierto depende del tipo de operación que le hayan hecho, y de sus necesidades. Puede ser de apenas 3 a 4 días. Si surgen complicaciones, podría permanecer en el hospital varias semanas o más. Siga leyendo para obtener más información acerca de lo que puede esperar durante la recuperación en el hospital después de su cirugía a corazón abierto.
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Después de la cirugía abierta, se despertará en la unidad de cuidados intensivos. |
Inmediatamente después de la cirugía
Después de la cirugía lo trasladarán un área de recuperación llamada unidad de cuidados intensivos (UCI). Allí, el personal médico monitorizará estrechamente su estado. Cuando se despierte:
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Es posible que se sienta muy adormecido, sediento o frío. Podría sentir malestar estomacal. También es común sentirse confundido y desorientado durante algún tiempo después de la cirugía.
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Es probable que tenga un tubo respiratorio en la garganta conectado a una máquina que lo ayudará a respirar. Esto le impedirá hablar. Tan pronto como pueda respirar por sí mismo, y sea seguro hacerlo, se le quitará este tubo. Esto se hará en cuanto sea posible. La mayoría de las veces, el objetivo es quitarlo en 4 a 6 horas después de la cirugía, a menos que necesite ayuda para respirar por más tiempo. Es posible que necesite oxígeno adicional por un tiempo durante su recuperación. El oxígeno puede administrarse con tubos pequeños que se colocan en la nariz (cánula nasal) o con máscaras que le cubren la nariz y la boca.
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Tendrá una sonda intravenosa en el brazo o en la mano para suministrarle líquidos y medicamentos contra el dolor. Lo más probable es que le coloquen una sonda intravenosa especial en el cuello. También se usa para darle líquidos y medicamentos y para medirle la presión dentro del corazón y ayudar a su recuperación. También se le colocará una vía arterial, generalmente en la arteria de la muñeca (arteria radial). Esto se hace para controlar la presión arterial y obtener muestras de sangre periódicas.
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Estará conectado mediante cables a varios aparatos. Estos aparatos controlan la frecuencia cardíaca, la temperatura, el nivel de oxígeno en la sangre y otros signos vitales. También es posible que tenga un pequeño marcapasos externo conectado de forma temporal a los cables de estimulación. Se usa en caso de que tenga latidos irregulares (arritmias) que necesiten un marcapasos. Algunas personas necesitan un marcapasos permanente después de una cirugía a corazón abierto. Por lo general se lo implantan antes de darle el alta del hospital.
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Tendrá tubos de drenaje en el pecho para permitir la salida de aire y de líquidos.
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Un tubo llamado sonda drenará la orina de su vejiga.
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Es posible que tenga un tubo en el estómago; es para ayudar a prevenir la distensión y los vómitos. Se lo retirarán cuando se le retire el tubo de respiración.
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Tal vez tenga las muñecas ligeramente atadas para evitar que desconecte involuntariamente alguno de los tubos o cables.
Sus familiares podrán visitarlo en la unidad de cuidados intensivos inmediatamente después de la cirugía. Deberán saber que usted tendrá tubos y cables conectados a su cuerpo. Tendrá un aspecto pálido, y la cara y el cuerpo muy hinchados. Todo esto es normal. No podrá hablar con ellos porque tendrá un tubo en la garganta, pero un miembro del personal de enfermería podrá ayudarlo a comunicarse si lo necesita.
Los días siguientes
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Un miembro del personal de enfermería estará siempre disponible en la unidad de cuidados intensivos. Vigilarán su estado continuamente.
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Poco a poco se irá sintiendo más despierto, pero es posible que no pueda dormir bien. La UCI es un lugar muy concurrido. Las luces están siempre encendidas, y puede haber bastante ruido. El personal podría despertarlo en medio de la noche para hacerle análisis de sangre y radiografías. Se hace a fin de que los resultados estén disponibles para su médico a primeras horas de la mañana. El personal de enfermería también controlará el nivel de azúcar en la sangre cada una o dos horas, incluso aunque usted no tenga diabetes. Esto es muy importante para reducir el riesgo de complicaciones.
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Recibirá calmantes, pero es posible que siga sintiendo algo de dolor. Avise al personal de enfermería de inmediato si siente dolor. No espere hasta que el dolor aumente para mencionarlo.
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Le quitarán el tubo respiratorio de la garganta cuando sea capaz de respirar por sí mismo. Una vez que le hayan quitado el tubo de la garganta, probablemente le administrarán oxígeno a través de una mascarilla o unas pequeñas cánulas en la nariz. Los demás tubos de drenaje, cables y aparatos de monitorización se retirarán cuando ya no los necesite.
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Es posible que oiga o sienta un chasquido en el pecho al respirar o al moverse. Esto es normal y desaparecerá por sí solo con el tiempo. Durante la cirugía le cortaron (separaron) el esternón para obtener acceso al corazón. Luego, lo volvieron a unir con alambres. Una vez que el esternón haya sanado, este ruido desaparecerá.
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Cuando esté listo para salir de la unidad de cuidados intensivos, podrían trasladarlo a la unidad de atención coronaria para administrarle cuidados especiales. O quizás lo lleven a una sala común del hospital. Todavía estará conectado a un monitor cardíaco portátil, pero seguramente le resultará más fácil dormir.
Manejo del dolor
Para ayudarlo a controlar el dolor después de la cirugía, le darán calmantes. Quizás se los den por boca a intervalos regulares. Si estos medicamentos no le están aliviando el dolor, avise al personal de enfermería.
En algunos casos podrían permitirle que se administre usted mismo el medicamento contra el dolor mediante una bomba PCA (iniciales en inglés de “analgesia controlada por el paciente”). Esta bomba le permite presionar un botón para recibir una dosis segura de calmante. Este calmante se administra por vía intravenosa. Solamente podrá recibir una cierta cantidad de medicamento cada hora, por lo que no hay peligro de exceso.
Ejercicios de tos y respiración
Usted tendrá líquido en los pulmones cuando le quiten el tubo respiratorio. Si este líquido se acumula en los pulmones, podría producir una neumonía. Para prevenir la neumonía, un terapeuta de la respiración o un miembro del personal de enfermería lo ayudarán a hacer ejercicios de tos y respiración profunda. Haga estos ejercicios según las indicaciones. También es útil apretar una almohada contra el pecho al hacer los ejercicios de tos.
Puede usar un dispositivo llamado “espirómetro de incentivo” para los ejercicios respiratorios. Esto puede ayudar en la recuperación de los pulmones. Puede haber secreciones o flemas en la garganta, especialmente si fuma o lo hizo en el pasado. A veces puede ser difícil conseguir que la flema o las secreciones salgan de la garganta, pero es muy importante que lo haga. Es posible que su equipo de atención médica le dé tratamiento para la respiración con medicamentos especiales que lo ayudarán a eliminar la flema.
Actividad
Una vez que se retira el tubo de respiración y sus signos vitales son estables, el personal de enfermería o un fisioterapeuta lo ayudarán a empezar a moverse. Esto puede ocurrir incluso mientras usted esté en la unidad de cuidados intensivos. El movimiento mejora la circulación, disminuye el dolor y ayuda a prevenir los coágulos de sangre y la pulmonía.
Probablemente empezará sentándose en el borde de la cama o se moverá apoyándose en la cama o en una silla. Cuando esté lo suficientemente recuperado, un miembro del personal lo ayudará a levantarse y caminar. Al principio se cansará fácilmente. Dígale al personal de enfermería si se siente mareado o no puede respirar.
Podría empezar un programa de rehabilitación cardíaca en el hospital. Se trata de un programa de ejercicios y educación. Este lo ayudará a reponerse y recuperar las fuerzas después de la cirugía. También ayudará a reducir el riesgo de problemas cardíacos en el futuro. La mayor parte de su rehabilitación se llevará a cabo después de ir a casa, como parte de la recuperación de su cirugía.
Alimentación
Al principio, le darán solamente líquidos para beber. Esto es para prevenir los vómitos. Una vez que pueda comer, le darán alimentos sólidos. Probablemente no tendrá apetito mientras esté en el hospital. Es posible que sienta náuseas o que simplemente no tenga ganas de comer. Esto es normal.
Cuando empiece a comer, tal vez note que ha perdido el sentido del gusto. Esto desaparecerá a los pocos días o semanas cuando los efectos de la anestesia y los medicamentos para el dolor vayan eliminándose de su cuerpo. Los medicamentos para el dolor pueden hacer que sus intestinos se vuelvan más lentos y causarle estreñimiento. Si se siente estreñido, dígaselo al personal de enfermería. Quizás le administre un ablandador fecal o algún tipo de laxante que lo ayude.
Regreso a casa
Su médico le dirá cuándo podrá regresar a su casa. Coordine con un amigo o familiar para que lo lleve a casa. Asegúrese de tener el número de contacto de su médico o del hospital. Llame en caso de que tenga problemas o preguntas después de la cirugía.
Antes de salir del hospital le darán instrucciones sobre el autocuidado en la casa. Estas instrucciones incluirán el cuidado de la incisión y del esternón, cómo tomar los medicamentos y cómo mantenerse activo. Quizás necesite usar oxígeno en casa. En ese caso le explicarán cómo usarlo.
También le darán las fechas y los horarios de las citas de seguimiento con su cirujano, cardiólogo y médico de atención primaria.
Su médico puede recomendarle la rehabilitación cardíaca después de la cirugía. La rehabilitación lo ayudará a fortalecerse antes de irse a casa y puede durar entre varios días y varias semanas. Puede continuarla como paciente externo (ambulatorio) a medida que avanza su recuperación.